Solo quiero esto, lo sé desde siempre: ser una funámbula del corazón, curar la herida de otros a través de mi herida, trabajar historias, contar emociones. Ahora la vida es otra. La vida es VIDA. No tengo expectativas ni formalismos ni tantas mentiras como antes: no tengo, soy vida.
Quiero enviarle una carta a Michael Haneke y que me dé la oportunidad de poder decirlo todo con un silencio.
La vida es muy breve y a veces hay que arriesgar, decir por una vez algo insólito: Decir SÍ.
Contemos emociones, soplemos historias, ilusionemos de ida y vuelta, hagamos pensar, pensemos, reír riendo, llorar llorando: consigamos alimentar la cultura pero sobre todo SER la cultura.
He sopesado en kilogramos cuánta verdad-sinceridad, cuánta abstracción-locura y cuánto formalismo debía tener este escrito y os puedo decir la fórmula exacta del resultado de la balanza. No he podido sopesar cuánta pasión ni cuántas ganas, no hay fórmula para ello, porque para mostrarlo necesito ser el verbo, el gerundio.
*Foto MELIBEAS.
*Foto MELIBEAS.